02 septiembre 2006
01 septiembre 2006
alma indigente
El alma indigente,
las manos pensadoras que se expresan...
Se mueven con Cristo o con Marx,
con el amor a la Naturaleza, al animal,
al oficio o al delito,
al Ser, a la Mente, al Alma, al Cuerpo, al Sexo.
Dibujan el camino al Hogar o al cartón,
a la Familia,
a la lectura o al playboy,
al juego y al vino,
a la conversación trascendental o mundana,
a lo Divino o al Mundo,
al Ovni,
a la Luna,
al Sol.
Siempre libres,
la libertad que les costó la mano, el brazo y las piernas.
Los ojos que no se pierden, miran fijos el destino
creyendo en las horas, en el cuento.
La libertad que los volvió locos
con la locura que les llevó a ser libres
las manos pensadoras que se expresan...
Se mueven con Cristo o con Marx,
con el amor a la Naturaleza, al animal,
al oficio o al delito,
al Ser, a la Mente, al Alma, al Cuerpo, al Sexo.
Dibujan el camino al Hogar o al cartón,
a la Familia,
a la lectura o al playboy,
al juego y al vino,
a la conversación trascendental o mundana,
a lo Divino o al Mundo,
al Ovni,
a la Luna,
al Sol.
Siempre libres,
la libertad que les costó la mano, el brazo y las piernas.
Los ojos que no se pierden, miran fijos el destino
creyendo en las horas, en el cuento.
La libertad que los volvió locos
con la locura que les llevó a ser libres
Rodeando Chile I
Me exhibo en esta ciudad con su humo,
como el humo que cae y se eleva impregnando su piel en las cortinas,
como el humo áspero y homogéneo
recogiendo el aroma más allá.
Como el humo y hacia el humo,
hacia la limitación de la gran montaña que nos guía en la ciudad,
en el espejo frente al espejo, sospechoso...
Con el miedo de parecernos,
espiando tras la esquina
la posible raíz arraigada del ser inquieto disperso.
En el suelo mis pies se preguntan,
se preguntan el camino, será real,
¿seré yo real en este infinito discurso patriarcal?
como el humo que cae y se eleva impregnando su piel en las cortinas,
como el humo áspero y homogéneo
recogiendo el aroma más allá.
Como el humo y hacia el humo,
hacia la limitación de la gran montaña que nos guía en la ciudad,
en el espejo frente al espejo, sospechoso...
Con el miedo de parecernos,
espiando tras la esquina
la posible raíz arraigada del ser inquieto disperso.
En el suelo mis pies se preguntan,
se preguntan el camino, será real,
¿seré yo real en este infinito discurso patriarcal?
Rodeando Chile II
Piso débilmente las calles.
Esperando que el viejo de la esquina
me ofrezca aquello que no tengo.
A cambio de nada.
Respiro,
y de pronto el golpe seco de las hojas en mi cara,
me avisan y prometen devolverme algo si las miro.
Busco sintiendo nada en mis manos,
y a veces me mezclaría con la gente y sus colores
si no me sintiera pecado.
Asi, en la ruina del todo desconocido,
y sintiéndome penumbra y de pronto luz, tan luz,
ya sin perder el sueño pera vigilar los pensamientos
que quieren llegar, y llegar.
Busco la intimidad en el aire gris, busco perderme, imposible...
Esperando que el viejo de la esquina
me ofrezca aquello que no tengo.
A cambio de nada.
Respiro,
y de pronto el golpe seco de las hojas en mi cara,
me avisan y prometen devolverme algo si las miro.
Busco sintiendo nada en mis manos,
y a veces me mezclaría con la gente y sus colores
si no me sintiera pecado.
Asi, en la ruina del todo desconocido,
y sintiéndome penumbra y de pronto luz, tan luz,
ya sin perder el sueño pera vigilar los pensamientos
que quieren llegar, y llegar.
Busco la intimidad en el aire gris, busco perderme, imposible...
INSPIRACIONES
ALEJANDR-OJO-D-ORO-WSKY
A esta especial genialidad, dedicando el hueco, en esta imágen casi bizca de ellos dos, ojos de oro
LLORAR A LÁGRIMA VIVA
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Oliverio Girondo, 1932
ASCO DADAÍSTA
Toda forma de asco susceptible de convertirse en negación de la familia es Dada; la protesta a puñetazos de todo el ser entregado a una acción destructiva es Dada; el conocimiento de todos los medios hasta hoy rechazados por el pudor sexual, por el compromiso demasiado cómodo y por la cortesía es Dada; la abolición de la lógica, la danza de los impotentes de la creación es Dada; la abolición de la lógica, la danza de los impotentes de la creación es Dada; la abolición de toda jerarquía y de toda ecuación social de valores establecida entre los siervos que se hallan entre nosotros los siervos es Dada; todo objeto, todos los objetos, los sentimientos y las oscuridades, las apariciones y el choque preciso de las líneas paralelas son medios de lucha Dada; abolición de la memoria: Dada; abolición del futuro: Dada; confianza indiscutible en todo dios producto inmediato de la espontaneidad: Dada; salto elegante y sin prejuicios de una armonía a otra esfera; trayectoria de una palabra lanzada como un disco, grito sonoro; respeto de todas las individualidades en la momentánea locura de cada uno de sus sentimientos, serios o temerosos, tímidos o ardientes, vigorosos, decididos, entusiastas; despojar la propia iglesia de todo accesorio inútil y pesado; escupir como una cascada luminosa el pensamiento descortes o amoroso, o bien, complaciéndose en ello, mimarlo con la misma identidad, lo que es lo mismo, en un matorral puro de insectos para una noble sangre, dorado por los cuerpos de los arcángeles y por su alma. Libertad: DADA, DADA, DADA, aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia: LA VIDA.
Tristan Tzara
Fragmento del Manifiesto Dadaísta
Hanna Höch, 1963
KADIMA
A esta especial genialidad, dedicando el hueco, en esta imágen casi bizca de ellos dos, ojos de oro
LLORAR A LÁGRIMA VIVA
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Oliverio Girondo, 1932
ASCO DADAÍSTA
Toda forma de asco susceptible de convertirse en negación de la familia es Dada; la protesta a puñetazos de todo el ser entregado a una acción destructiva es Dada; el conocimiento de todos los medios hasta hoy rechazados por el pudor sexual, por el compromiso demasiado cómodo y por la cortesía es Dada; la abolición de la lógica, la danza de los impotentes de la creación es Dada; la abolición de la lógica, la danza de los impotentes de la creación es Dada; la abolición de toda jerarquía y de toda ecuación social de valores establecida entre los siervos que se hallan entre nosotros los siervos es Dada; todo objeto, todos los objetos, los sentimientos y las oscuridades, las apariciones y el choque preciso de las líneas paralelas son medios de lucha Dada; abolición de la memoria: Dada; abolición del futuro: Dada; confianza indiscutible en todo dios producto inmediato de la espontaneidad: Dada; salto elegante y sin prejuicios de una armonía a otra esfera; trayectoria de una palabra lanzada como un disco, grito sonoro; respeto de todas las individualidades en la momentánea locura de cada uno de sus sentimientos, serios o temerosos, tímidos o ardientes, vigorosos, decididos, entusiastas; despojar la propia iglesia de todo accesorio inútil y pesado; escupir como una cascada luminosa el pensamiento descortes o amoroso, o bien, complaciéndose en ello, mimarlo con la misma identidad, lo que es lo mismo, en un matorral puro de insectos para una noble sangre, dorado por los cuerpos de los arcángeles y por su alma. Libertad: DADA, DADA, DADA, aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia: LA VIDA.
Tristan Tzara
Fragmento del Manifiesto Dadaísta
Hanna Höch, 1963
KADIMA
Me cago en el V centenarioAntonio Kadima, cerro de Sta.Lucía 12.10.90